Chinche en bronquio
¿Cuántos de nosotros hemos sostenido un chinche en los labios mientras colgamos un póster?
En cada uno de los siguientes casos, se realizó una extracción cuidadosa del cuerpo extraño bajo anestesia general y los pacientes tuvieron una recuperación completa.
Estos videos son presentados únicamente con propósitos educacionales, con la esperanza de que se puedan evitar episodios de atoramiento.
¿Cuántos de nosotros hemos sostenido un chinche en los labios mientras colgamos un póster?
Las nueces son unos de los cuerpos extraños con que más se atoran los niños. Los manís producen más reacción inflamatoria bronquial que cualquier otro alimento.
Las monedas son el cuerpo extraño que más frecuentemente requiere anestesia general para su extracción.
Las baterías de disco son uno de los riesgos de atoramiento más peligrosos, porque puede causar quemaduras en el esófago en tan solo 2 horas. Pueden producir severas infecciones en el tórax.
Morder tapas de bolígrafos u otras partes flojas de lápices o lapiceros puede ser peligroso, especialmente si tu silla se inclina hacia atrás y te hace tomar aire repentinamente.
La punta abierta de un gancho de seguridad debe ser cuidadosamente desenclavada del esófago, antes de retirarlo.
Este pendiente fue retirado de la parte distal del esófago con un fórceps óptico. Los niños también se tragan anillos y aretes.
La parte metálica del “para-puertas” de una puerta de pantalla se convirtió en un cuerpo extraño bronquial. Cualquier parte pequeña en la mano de un niño pequeño o en la boca mientras se realiza algún “trabajo”, puede ser inhalada a un bronquio.
Las festividades son usualmente tiempo de felicidad, pero también pueden ser tiempo de riesgo de atoramiento.
En cuestión de segundos, uno o más objetos pequeños en las manos de un niño pequeño, pueden atorarse en un bronquio.
Pines plásticos fluorescentes de juguete tienen propiedades aerodinámicas similares y por lo tanto fácilmente pueden alojarse en los bronquios.
Este botón de abrigo, con cristales incrustados, fue más difícil de extraer del esófago que una moneda.
Las semillas de girasol se deshacen en cascarillas en la boca. Son especialmente peligrosas (incluso para atletas profesionales) si uno debe realizar una inhalación repentina.
Un adolescente arrancó el clip metálico de la tapa de un lapicero. La dobló por la mitad y la metió en su boca. Al inclinarse su silla hacia atrás, la tragó accidentalmente. Fue retirada de la parte superior del esófago.
Un fragmento de crayón de 4 mm se atoró en el bronquio de un niño pequeño. Fue extraído con el fórceps óptico «Vancouver», diseñado para extraer cuerpos extraños muy pequeños.
A veces, las cerdas de un cepillo de barbecue se pueden desprender y quedar en la parrilla y pueden adherirse a los alimentos. En este caso, se atoró en la base de la lengua de un adolescente.
El guardabotón (remache) es un tipo de accesorio textil. Fue inhalado por un niño pequeño y se alojó en el bronquio fuente derecho.
Un adhesivo plástico inhalado por un niño pequeño se enclavó entre las cuerdas vocales. Esto causó llanto débil y ronco y ruido (estridor) al inhalar y al exhalar. También puede producir tos perruna similar a la del croup.
Nunca es buena idea meter objetos metálicos o plásticos dentro de la boca.
Esta piedrita fue inhalada por un niño mientras jugaba en el campo de juegos. Debido a que era parcialmente radiopaca, era discretamente visible a los rayos X bloqueando el bronquio fuente derecho.
Un adolescente tenía la punta de un dardo en la boca y repentinamente lo inhaló.
Un bebé tragó esta ficha con forma de patín. Requirió anestesia general para su extracción del esófago.
Cortar la comida en pedazos pequeños es usualmente útil. Pero si un bebé pequeño tiene muchos pedazos de comida en la boca, puede llorar e inhalar súbitamente, aspirando los fragmentos. En este caso, 9 pedazos de tocino fueron extraídos.
Un niño tuvo un acceso de tos justo cuando le estaban extrayendo una muela. 12 días después, la tos empeoró y apareció fiebre, por lo cual tuvo que visitar la Sala de Emergencias.
En 2011, un reporte del Consejo Nacional de Seguridad de los EEUU sostuvo que eventos de atoramiento causaron 4.500 muertes (en todas las edades) en los Estados Unidos en el año 2009.[Ref:46]